sábado, 28 de abril de 2012

Otro destino

Sentado junto a la ventanilla del colectivo, metía mis manos en los bolsillos buscando algo de calor, mi destino estaba a una hora de viaje y esa pérdida de tiempo ya era cotidiana.
Observo la hora, pero lo hago sin ese fin, el tiempo es lo que menos me importa.
Empiezo a observar a las personas que habían allí, pero ninguna que pueda recordar.
El trayecto me mostraba árboles y viviendas, mas personas y toda una vida a la que yo no pertenecía. 
Entonces encuentro entre todo lo que veía, una presencia ajena a cualquier otra mirada, y esa eras vos.
Mi percepción inmediatamente se detuvo, y se perdió.
No llego a imaginar el porque o el como, vos estabas allí.
No importaba.
Caminabas hacia algún lugar que desconocía, metida en la realidad que te rodeaba.
Tal vez en ese tiempo que te vi, te recordé y me parecías cambiada, pero estabas ahí, entre tanta gente sin destino.
Y en un repentino instante vos me miraste, y quien sabe que pensaste, pero si se que no me encontraste.
Y pienso que quizás viste mis ojos, quizás los sentiste a través de esa mujer que no supo que un pasajero anónimo te soñaba.